La estrella de siete puntas o “V.I.T.R.I.O.L”, es una de las más bellas láminas de la alquimia, uno de los acrósticos más conocidos del hermetismo, este septagrama es una encriptación del sentido de la vida, que revela, como casi ninguna otra imagen, el profundo conocimiento de los grandes alquimistas místicos en las enseñanzas para lograr la transformación espiritual del ser humano, mediante el conocimiento y dominio de la naturaleza y sus energías.

 

Para los alquimistas operativos representa a su materia, «La Gran Obra”, y al proceso que permite la consecución de la Piedra filosofal, mediante la cual conseguir la transmutación de los metales o la panacea universal.

La primera publicación conocida de este esquema meditativo es de finales del siglo XVI, más concretamente 1599, en un breve y valioso opúsculo alquímico titulado, “Azoth”, o “el medio para hacer el Oro oculto de los Filósofos”. Este texto es comúnmente atribuido a un monje benedictino llamado Basilio Valentín, que según parece vivió en Prusia durante la segunda mitad del siglo XIV, aunque para muchos, era simplemente el seudónimo que utilizaba Johann Tholden, (Grebendorf, 1565 – 1614) uno de los más importantes científicos de las ciencias alquímicas de su tiempo.

 

También apareció posteriormente en 1614 como diagrama alquímico en el libro “Theatrum Chymicum” de Daniel Stolz.

Con una marcada connotación esotérica, este esquema fue reproducido en diferentes versiones por diversos autores. En la edad media su conocimiento secreto era considerado de tal importancia que incluso la orden oculta de los caballeros templarios” grababa” por el paisaje francés y en base a la localización de sus castillos, la estrella de siete puntas, mediante una ingeniosa manera geomántica (de acuerdo con el conocimiento de las energías de la tierra), lo cual también revela un asombroso conocimiento sobre el significado alquímico de la estrella de siete puntas Vitriol.

                   

V.I.T.R.I.O.L

 

La lamina contiene de forma encriptada y muy elaborada una visión muy amplia de la cosmogonía hermética, y aunque esta datada de entre los siglos XIV o XV, y posteriormente los autores de los siglos XVI y XVII, desarrollaron sistemas a menudo muy complicados en sus detalles, los rasgos principales han permanecido siempre iguales, representados por símbolos extremadamente antiguos como podemos observar.

 

La unidad de la materia, fundamento principal de la filosofía hermética y que se representaba por el antiguo símbolo de la serpiente que se muerde la cola, el Ouroboros (el eterno retorno de Nietzsche, el samsara hindú)

Un anillo externo que cierra el círculo en el que se puede leer en sentido de las agujas de reloj (a partir del triángulo negro inferior que representa a la energía saturnina), siete palabras que dan nombre al esquema VITRIOL y que conforman un acróstico. (Un acróstico, es una palabra o composición poética en donde las iniciales de varias palabras forman a su vez otra). En el caso de Vitriol está compuesto de la siguiente manera:

 

“VISITA INTERIOLA TERRA RECTIFICANDO INVENIES OCCULTUM LAPIDEM”

que traducido quiere decir

“VISITA EL INTERIOR DE LA TIERRA Y RECTIFICANDO ENCONTRARÁS LA PIEDRA OCULTA”

 

VISITA EL INTERIOR DE LA TIERRA: Los alquimistas relacionaban los elementos químicos de la tierra con el cuerpo, queriéndonos decir que tenemos ir hacia lo más profundo de nosotros mismos, nuestro interior profano y bruto.

RECTIFICANDO: es el verbo que da realmente sentido al acróstico, nos pone un objetivo, rectificar, purificar, simboliza el proceso hacia la transmutación alquímica del plomo al oro, la Cristificación del hombre.

ENCONTRARÁS LA PIEDRA OCULTA: si buscamos en nuestra conciencia encontrarás la piedra oculta, tus imperfecciones, aquellas pasiones que te alejan de la luz, y que están ocultas (las imperfecciones de nuestra piedra bruta no se encuentran a simple vista) y solo reconociéndolas podrás tomar conciencia de ellas para transmutarlas de piedra bruta a piedra cubica y perfecta.

Este proceso de purificación no es un proceso sencillo, sino que requiere de fortaleza espiritual y constancia así como de humildad para reconocer las fallas y labrar nuestras imperfecciones.

 

En entregas posteriores seguiremos desentrañando, estas claves encriptadas del pensamiento alquímico presentes en el VITRIOL, escondidas entre símbolos arquetípicos y relacionadas con la numerología hermética.